Dentro de las actividades culturales de esta semana en la UIMP he tenido la gran suerte de poder disfrutar del homenaje que se le ha rendido a uno de los mejores cineastas de nuestro tiempo: Luis García Berlanga. Sobra decir que después de haber estudiado Historia del Cine me hacía especial ilusión este evento y he disfrutado muchísimo retransmitiéndolo en directo vía twitter.

La Vicerrectora de la UIMP ha presentado el homenaje y a los invitados que, bajo la sabia batuta de Kepa Sojo, han querido acercarnos a la faceta más humana del desaparecido Luis García Berlanga. Les hemos escuchado hablar de él como de un amigo cercano e íntimo: nos han contado, de forma clara y sencilla, y con un timbre de nostalgia en sus voces, cómo no-dirigía a los actores ("hablad todos a la vez, que en España hablan todos al mismo tiempo", recordaba Soler Leal que les decía mientras rodaban) y cómo a través de sus películas podemos rehacer la historia de la España de la segunda mitad del siglo XX.
Gubern, experto en la materia, ha definido el cine de Berlanga como sainetesco, y todos han estado de acuerdo al afirmar que, a pesar de que su trabajo no fue reconocido como lo merecía en su momento, lo será con el paso del tiempo.


Esta entrada del blog se la quiero dedicar a José Luis Sánchez-Noriega, mi profesor de Historia del Cine en la Universidad, quien me enseñó tanto sobre el séptimo arte y me mostró cómo es posible ver más allá de las películas, convirtiéndome en la cinéfila empedernida que soy hoy. ¡Gracias!
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