La película cuenta los acontecimientos sucedidos en los últimos seis días de la vida de Cristo: lo novedoso del film radica en que la historia está contada desde el punto de vista de Judas Iscariote, y además de una manera anacrónica y con todo el guión cantado (no hay diálogos hablados). La música y el vestuario de los años 70, que reflejan la estética hippie del momento, contrastan con los escenarios reales de Israel donde se desarrolla la acción. Ya desde la primera escena en la que vemos llegar un autobús con toda la troupe del reparto, nos sentimos embriagados por la música rock, que será el hilo conductor del film: las canciones son las que se utilizaron originalmente en el musical de Broadway, y las coreografías fueron especialmente creadas para la película.
Destaca, sobre todo, la actuación de Carl Anderson (víctima del SIDA en 2004), que encarna al personaje de Judas: el tema que abre el film, Heaven on their minds (haced click para ver el vídeo), nos descubre a un gran actor con un amplísimo registro vocal. Cuando Anderson actúa deja ver al espectador todas las emociones del personaje reflejadas en su rostro: desde mi punto de vista, toda la solemnidad que desprende la figura de Jesucristo, encarnada por Ted Neeley, queda eclipsada por la gran actuación de Anderson, sobre todo en la escena en la que es perseguido por unos tanques de guerra, y que quiere reflejar el conflicto interno en el que se halla su personaje tras haber traicionado a su amigo y maestro. Más allá de la tradicional visión del traidor, el film deja traslucir las últimas razones por las que podría haber actuado realmente Judas: el deseo de ayudar a los pobres, el miedo a la represión por parte de los romanos y de los sacerdotes, el hecho de no ser capaz de comprender la doctrina que Jesús predicaba y que, aparentemente, no practicaba al 100 % (como el momento en que Judas le cuestiona su dedicación a los pobres mientras María Magdalena le unge los pies y el cabello con un caro aceite).
Así mismo el film hace hincapié en la naturaleza humana de Jesucristo, mostrando al espectador a un hombre joven y dubitativo que, como cualquier otra persona, se atemoriza frente a su próxima muerte. Jesús no entiende por qué debe morir para que el mundo entienda su mensaje y la obra que ha llevado a cabo, y así se lo hace saber al Padre mientras reza en la que será su última noche. Jewison nos muestra a un Jesús que se siente abandonado por sus amigos en sus últimas horas, que se enfada cuando Pedro le niega, y que llora y sufre como uno más de nosotros.
La música y letra fue adaptada del musical de Broadway por Andrew Lloyd Webber (conocido también por otras adaptaciones de musicales, como Evita o El fantasma de la ópera): fue nominada al Oscar y ganó numerosos premios, entre otros el Bafta a la mejor banda sonora. Sus tres protagonistas principales, Ted Neeley, Carl Anderson e Yvonne Elliman (que encarnan los personajes de Jesucristo, Judas y María Magadalena respectivamente) fueron nominados a los Globos de Oro en la categoría de mejor actor/actriz en un musical, y además los dos últimos fueron nominados también como actores más prometedores.
El musical cosechó un tremendo éxito, traduciéndose a numerosos idiomas y renovándose año tras año. En España se hizo muy famosa la interpretación de Camilo Sesto en el papel de Jesucristo, que le permitió darse a conocer al gran público. En el año 2000 se hizo una edición especial del musical en Broadway (haced click para ver el vídeo), con un elenco totalmente nuevo y unos escenarios renovados, basada en la estética punk y con referencias a la II Guerra Mundial y a la Revolución Francesa, que también obtuvo un gran éxito.
Imágenes de cinetux.org, tucinevip.com, reflexionesparatejer.blogspot.com
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