Otra de mis obras favoritas es El nacimiento de Venus, de Sandro Botticelli, que se encuentra en la Galleria degli Uffizi en Florencia.
Nacimiento de Venus (Sandro Botticelli, 1484) (Imagen de Wikipedia) |
La obra, perteneciente al pleno Renacimiento, fue pintada en 1484: tradicionalmente se ha pensado que fue un encargo de Lorenzo El Magnífico para su vivienda, aunque en los últimos años y a través de numerosas investigaciones se ha llegado a la conclusión de que el mecenas fue otra persona, hoy desconocida.
La obra está basada en dos fuentes principales: por un lado en las Metamorfosis de Ovidio, uno de los escritos más utilizados como inspiración en el Renacimiento, y por otro en una descripción del poeta contemporáneo Poliziano en la que reseñaba una pintura del griego Apeles. Existen dos versiones sobre el nacimiento de la diosa: una que la hace hija de Zeus y Dione, y otra, que es la que se representa en el cuadro, que dice que Venus nació de la espuma del mar que había sido fecundada por los genitales de Urano, cercenados por Cronos y lanzados al agua. La diosa, surgida de la espuma, fue empujada por el dios del viento Céfiro hasta las costas de Chipre.
Imagen de blog.libero.it |
En el lienzo podemos ver el momento en que Venus llega a la playa: a nuestra izquierda Céfiro y Aura (diosa de la brisa) soplan para provocar el movimiento de la concha, mientras que a nuestra derecha la Primavera acude con un manto en sus manos para tapar la desnudez de la diosa. La figura de Venus se convertirá en un canon renacentista a seguir por muchos de los pintores de la época: corresponde al modelo clásico de Venus púdica, del que ya hablamos en otro artículo, ya que cubre sus partes íntimas con su larga cabellera y sus manos en un gesto de intimidad. Cabe destacar la languidez de la figura, que representa el ideal de belleza femenino renacentista: un cuerpo largo y curvilíneo, con redondeces y formas típicamente femeninas, con una piel blanca y una larga cabellera rubia. Curiosamente, éste es también el modelo que siguen muchas de las figuras religiosas que representan a la Virgen (evidentemente, exceptuando el hecho de la desnudez).
Imagen de frammentiarte.it |
Una de las leyendas más propagadas por Florencia dice que el cuadro fue encargado por Giuliano di Piero de Médici, hermano de Lorenzo el Magnífico: él estaba enamorado de Simonetta Vespucci, la modelo del cuadro de Botticelli y de otros muchos de la época (por su belleza era conocida en la Toscana como la bella Simonetta), que murió de tuberculosis años antes de que éste se completara. El amor de los dos florentinos hizo que ambos fueran enterrados, uno al lado del otro, en la iglesia de Ognissanti.
¿Habéis tenido la suerte de difrutar en directo de alguna obra de Botticelli?
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